lunes, 6 de agosto de 2012

Nuestra Historia

Me animo a escribir este blog con la consigna de poder aportar con los mejores resultados que hemos tenido gracias a tratamientos, terapias, mucha paciencia y amor incondicional para nuestro hijo.

No sin antes confirmar que cada logro de mi hijo ha sido y siguen siendo gracias a Dios.

Cuando nació mi bebé pesó 3.250 kilos, con 51 centimetros de largo. Siempre estuvo muy arriba de la pancita, la ginecologa bromeaba diciendo que se estaba equivocando del lugar de salida. Me sugirió programar la cesarea o en todo caso ayudarme al parto para poder ayudarlo a bajar. Aunque tuve la presión familiar de mejor hacer la cesarea, quise esperar hasta el momento que el decida nacer, con la esperanza de que pueda hacerlo de manera natural.
El día de las contracciones, aun estaba muy arriba asi que no quedó otra que realizar la cesarea.
Esta experiencia fue demasiado dolorosa para mi, intenté hacerme la fuerte para proteger a mi bebe y a mi esposo, para tratar que sea un día completamente feliz. La inyección de la epidural fue horrible, me dolió en lo mas profundo del alma, la primera que sentí me hizo gritar del dolor, la doctora me pidió relajarme y luego me colocó una segunda.

El nacimiento fue dentro de lo normal, sólo me indicaron que teniamos diferentes tipos de sangre por lo que me solicitaron autorizacion para hacerle examenes a mi niño y evitar la ictericia.
En la clinica le dieron el complemento ya que, asumo, que por las medicinas que me dieron, no podía tener leche aun intentandolo todo el día, hasta el segundo día.
Tres dias despues volvimos a casa, muy contentos, yo doblada aun por el dolor del corte, pero feliz de poder empezar esta hermosa vida con mi bebe hermoso.

Los primeros meses, nuestro bebe tenía granitos en la cara, yo le daba de lactar y tambien dabamos complemento, ya que no tuve mucha leche para satisfacerlo completamente. Estuvo a punto de irse, pero junto con mi esposo hicimos hasta lo imposible para continuar con la lactancia, lo cual fue hasta los 7 meses.
Recuerdo en una ocasión que comí fresas, mi pequeñito tenia toda la cara enrojecida.
Cambiabamos de suplementos por los granitos que tenia mi bebé, probamos todos y ninguno le sentaba bien, siempre las alergias estaban ahi en la carita, aveces en el cuerpo, y las ojeras rojas también.
Continuamos nuestra busqueda por encontrar la leche que le sentará bien y asi fue que llegamos a la leche de soya sin preservantes, era la que mejor le quedaba pero aun tenia pequeñas alergias y le salió una dermatitis en el cuero cabelludo y fuera de los oidos.

A pesar de todo esto, nuestro bebé venía desarrollandose muy bien, gateo a temprana edad y caminó a los 10 meses. Siempre le gustó mucho ver video musicales infantiles.
Pero las enfermedades de las alergias siempre venian, y las gripes tambien. Hasta que empezaron las infecciones de oidos, eran días dificiles, siempre saliamos a la clinica de noche asustados por las fiebres altas.
El era un niño muy alegre pero siempre era algo hiperactivo, a los 6 meses, cuando empezó su estimulación temprana, siempre era el más activo y no le gustaba mucho hacer lo que la profesora pedía, lo hacía pero se aburría muy rápido y se iba a seguir jugando con los juguetes.
Además siempre babeó mucho. Por la hiperactividad la profesora una vez me preguntó si yo había sufrido algun susto fuerte en mi embarazo.
Mi embarazo fue digamos que "normal" al estilo que ahora llamamos modernos, es decir con stress, trabajando todo el día , en la noche estudiando mi maestría, y llegando a casa para continuar con la rutina.
Sólo los fines de semana saliamos a relajarnos a algun lugar de campo.

Asi continuó la vida de mi bebé, siendo muy activo, inteligente y alegre. Ya empezó a decir sus primeras palabritas, que fueron pocas pero derepente sin darnos mucho cuenta ya no decía nada, empezó a aletear los bracitos, no respondía a su nombre, hacia juegos muy peligrosos como de treparse de los muebles altos, no miraba a los ojos, abría la boquita cuando veía pasar un auto, se levantaba llorando en las madrugadas,no le gustaba usar zapatos, no socializaba mucho con sus amiguitos del nido, y nos decían en el nido que aveces hacía caso aveces no, inclusive que vieramos a un otorrino ya que parecía que no escuchaba.

Sus vacunas fueron un poco tardias, casi a los 20 meses, debido a que mucho se enfermaba y no quería exponerlos a virus sinteticos estando tan debilitado. Pero en los nidos exigen las vacunas para poder matricularlos y también la conciencia me jalaba las orejas diciendome que como todas las madres del mundo debía ser responsable y colocar sus vacunas para "protegerlo", aunque después de aprender de que estan hechas las vacunas, del timerosal, de las dosis que corresponden a niños que deban pesar mas de 200 kgs, de los bombardeos de virus en cuerpos tan delicados, la palabra "proteger" la veo por el otro lado.

Fuimos a un otorrino quien nos indicó que debido a las constantes infecciones, se le habian perforados los timpanos, que ya estaban regenerandose pero que quiza habría sufrido un problema auditivo.
Hasta ahi pensabamos que ese era su problema, de repente como cuando alguien no escucha ya no es capaz de hablar o de hacer caso cuando te llaman.
Le hicieron los examenes y resultó tener audición normal, ahi fue cuando mi esposo se asustó, yo debo decir que desde ya varios meses sabía que algo no estaba del todo bien pero me aferraba al tema de la audición.
Leí en internet sobre los sintomas y mi bebe estaba en el limite, porque también le ayudaba que aveces si socializaba y no le gustaba estar sólo, además que pensé que como ya habia hablado y por su supuesto problema auditivo lo habia parado, pero que volvería el lenguaje en algun momento.
Algo que empezó a hacer mucho es cogerme suavemente las orejas, es hasta ahora como su forma de sentirse relajado y seguro.

Fuimos a uno de los mejores pediatras de Lima y nos indicó que evidentemente había un problema de desarrollo pero que aun no podrian diagnosticar ya que los niños aun cumplen todo su proceso de desarrollo hasta los 5 años. Si recomendó hacer terapias para poder nivelarlo.
Tambien fuimos a un neurologo pero de igual manera no podía diagnosticar, y sólo nos pidió examenes de xfragil, tomografias, y resonancias magneticas.
Al final como ningun doctor nos decía lo que no queriamos escuchar y ya mi niño tenia 2 años y 10 meses, fuimos a un centro de terapias, donde lo evaluaron por una semana y efectivamente mediante un reporte de casi 5 hojas, nos confirmaron: su niño esta dentro del espectro austista.
Aun recuerdo ese día, donde con papel y todo nos confirmaban el diagnostico que tanto me asustaba. Tuvimos muchas noches dificiles, noches de llorar intensamente, cada uno por su lado, me refiero a mi esposo y yo. Ninguno quería verse desconsolado.

Después de regresar a misa un día domingo, lloré mucho, le pedí a Dios que me fortalezca y sobretodo me ayude a darle bienestar a mi hijo. Ese día me sentí mejor, y me sentí que no estaba sola, que además de mi maravillosa familia, siempre esta nuestro Padre ahi apoyandonos en todo, sólo es cuestión de mantenernos fuertes de su mano y todo estará bien.

Las vivencias que he tenido a partir de ahi las iré contando en este blog. Espero de corazón poder ayudar a muchas otras familias, porque esto no es una coincidencia, es una condición, o una enfermedad , como deseen llamarlo, que nos debe unir, que debe sacar lo mejor de nosotros.

Quice llamarle Luchando por tu bienestar, porque compredí que este mundo esta yendo para otro lado que no es el sano, no es el justo, no es el natural, que no es el que les dará la felicidad a nuestros hijos. Hemos enfermado a nuestra tierra y la unica forma es de luchar por rescatarla, luchar por los derechos de las nuevas generaciones. LUCHAR POR TU BIENESTAR QUERIDO HIJO Y POR TODAS LAS PERSONAS QUE ACTUALMENTE VIENEN SIENDO DIAGNOSTICAS.
Como siempre te lo digo hijito y se que me entiendes aunque no me puedas hablar aun: DIOS QUIERE A SUS HIJOS BIEN, TENGAMOS FE EN EL. EL TODO LO PUEDE.

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